Las Fallas son únicas. Durante unos días de marzo, este festival convierte las ciudades valencianas en museos de arte efímero callejero para celebrar la llegada de la primavera. Alrededor de 800 monumentos de madera, cartón piedra y otros materiales llenan las calles de la ciudad. La música, la pólvora y la indumentaria tradicional se suman como ingredientes para convertir a las Fallas en una fiesta singular. De hecho, sus valores creativos y prácticas rituales han conseguido que sea una fiesta declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La Comunidad Valenciana es una región en la que su traje regional sigue muy presente en sus festividades y actos folclóricos, especialmente durante las Fiestas de las Fallas, puesto que es el traje de falleros el que se considera como regional. Este es un traje muy vistoso y colorido, en el caso de las mujeres, en el que también toma mucha importancia el peinado muy elaborado. En el caso de los hombres, existen diversos trajes que pueden vestir, en función de quien los usaba originariamente.
Se celebran numerosos desfiles y pasacalles donde las comisiones falleras lucen con sus mejores galas, luciendo los trajes a la antigua y potenciando la riqueza de éstos con el colorido de las flores, con singulares complementos y elaborados aderezos, los cuales hacen a cada uno de ellos sea único y especial.
La indumentaria valenciana está llena de ostentación y elegancia, por lo que el traje más los aderezos y peinetas alcanzan normalmente precios muy elevados.
Dentro del estilismo fallero podemos encontrar tres tipos de trajes regionales, derivados del traje original de la época. Según protocolo y el tipo de vestimenta escogido, las falleras se complementan con un estilo u otro de aderezo y peineta.
El traje de Huertana, es el traje regional más tradicional de todos. Es un traje austero, aunque lleno de encanto. Se solía adornar con aderezos de oro amarillo. En este atuendo la sencillez debe ser la auténtica protagonista por ello no hay que llevar complementos demasiado ostentosos. Se aconseja para acompañar esta indumentaria unas joyas pequeñas.
Por otro lado, nos encontramos con el traje de fallera del siglo XVIII o comúnmente llamado “afrancesado” y con el traje de fallera del siglo XIX conocido como “farolet”. Estos trajes regionales son los más utilizados hoy en día por las falleras, caracterizándose por la elegancia de sus telas y por la cantidad de ornamentos con los que se complementan.
Sin embargo, es en el elaborado peinado donde encontramos algunas joyas más relevantes de los complementos para la mujer valenciana, como las peinetas clavadas en los moños, la pinta para el moño trasero y los rascamoños para los rodetes. Obras de orfebrería al igual que el resto de piezas, realizadas bien en latón con baño de plata o de oro; en plata, tanto rodiada como chapada; o bien en oro. A continuación los pinchos y las horquillas, que ajustan tanto el moño de atrás como los rodetes (pequeños moños encima de las orejas).
Por último fijamos nuestra atención en el llamativo conjunto de joyas para la mujer fallera formado por la “joia” (que se pone en el escote para sujetar la manteleta, la cholla), el collar y los pendientes. Este aderezo de valenciana es de una belleza y riqueza singular, que añade todavía más empaque y elegancia al conjunto de la indumentaria. Hay una gran variedad de diseños y, por supuesto, joyas a medida personalizadas.
En Tolmo Joyeros queremos que disfrutes de la fiesta de las Fallas más que nunca y luciendo los aderezos más bonitos par que te sientas única esos días tan especiales y emotivos.
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